El Grupo Local SEO-Salamanca pretende mostrar la riqueza de la avifauna que puebla nuestra ciudad, por lo que proponemos una serie de paseos e itinerarios de una dificultad mínima para que cualquier persona pueda conocer las aves de la ciudad de Salamanca. Iremos incorporando en la barra lateral los distintos paseos que proponemos, pinchando en la foto podrás acceder a cada uno de ellos.

El Parque de los Jesuítas.

     En 1979 el Ayuntamiento de Salamanca compró a los Jesuítas una huerta de 96.000 metros cuadrados, producía anualmente 350 toneladas de fruta, además tenía granja y vaquería, por un importe de 50 millones de pesetas y un canon anual de 1.750.000 pesetas durante 30 años, como recogían las crónicas de la época. Se convirtió en el mayor parque de la ciudad de Salamanca. Se intentó respetar al máximo la disposición inicial, manteniendo gran parte de los frutales, plantando posteriormente otros árboles, tanto de hoja perenne como caduca.

     Además de ser una zona adecuada para el esparcimiento de los ciudadanos, esta variedad arbórea configura un hábitat adecuado para que se instale una variedad interesante de aves. Las poblaciones varían con la estación del año, siendo diferentes las especies que pasan aquí el invierno que las que utilizan el parque para criar en verano. 

     Por ello diseñamos dos paseos diferentes, uno para otoño-invierno y otro para primavera-verano. El horario recomendado para estas actividades es preferentemente a primera de la mañana, que es cuando las aves están más activas y además evitamos en lo posible las molestias ocasionadas por perros y paseantes. Hay que recordar que los itinerarios que recomendamos son una aproximación al lugar y que lo que vamos a observar son aves silvestres por lo que podemos verlas o no.

Itinerario otoño-invierno:


     Entraremos por la puerta del paseo de San Antonio, pasamos el Arco de las Bernardas y posteriormente la verja de acceso al parque, seguiremos la tapia tapizada de hiedra que encontramos a la izquierda y nada más girar volvemos a hacerlo pero a la derecha para tomar un camino de tierra completamente recto y cuajado de fuentes. Seguimos dirección sur escoltados por altos cedros, a derecha e izquierda vamos avanzanzo por jardines perimetrados por setos, con los primigenios frutales e intercalados de otros árboles como cipreses, encinas o pinos. En cualquier punto de este camino haremos la primera parada, es una zona idónea para descubrir entre las copas de los pequeños frutales al azulado herrerillo común (Parus caeruleus), al carbonero común (Parus major) al que también llaman chichipán, al acrobatico gateador común (Certhia brachydactyla) subiendo por los troncos de los árboles o al petirrojo (Erithacus rubecula).

Parada 1.
     Seguimos camino adelante hasta llegar a la zona de juegos infantiles, donde los espacios se abren y la vegetación se proyecta hacia el cielo, encontramos allí grandes y robustos chospos y cedros. Aquí nos detenemos para hacer la segunda parada, tendremos que fijarnos en las alturas, en las desnudas ramas podremos observar a las grandes palomas torcaces (Columba palumbus) dormitando o a sus parientes las tórtolas turcas (Streptopelia decaocto). Si tenemos mucha suerte al gavilán (Accipiter nisus) intentando capturar alguno de los pajarillos de los que se alimenta. Los petirrojos (Erithacus rubecula) los tendremos que buscar en alturas menores, al contrario que las cotorras de kramer (Psittacula krameri) que estarán en lo más alto, estos loros proceden de escapes de jaula o sueltas intencionadas, pero que por su gran capacidad de adaptación ya están criando en nuestra ciudad, lo que puede llegar a suponer un grave peligro para nuestras aves y plantas autóctonas.

Parada 2.
      Giramos a la izquierda tomando dirección este, cruzamos el camino adoquinado de la pérgola para llegar hasta un pequeño estanque cruzado por un pequeño puente, aquí haremos la Parada 3. En el agua podemos llegar a ver algún azulón (Anas platyrhynchos) despistado, la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) con su ondulante movimiento de cola o el diminuto chochín (Troglodytes troglodytes) rebuscando entre los arbustos en busca de la pitanza diaria. En esta zona, con variadas especies arbóreas de distinto porte, si nos fijamos podemos observar pequeños pajarillos que van y vienen, entre los que podríamos citar currucas capirotadas (Sylvia atricapilla) o mosquiteros (Phylloscopus sp.) por poner algún ejemplo.

Parada 3.
      Seguimos, ahora en dirección norte por un camino asfaltado, volvemos a encontrar la estructura del jardín enmarcado por setos, dentro alternan de nuevo los primitivos frutales con otros árboles ornamentales de plantación posterior. Los tenemos de hoja perenne como pinos o abetos y otros de hoja caduca que en esta época del año amplían la gama cromática desde el verde intenso al rojo, pasando por distintos tonos de amarillos y ocres. Esta zona la hemos denominado Parada 4, podremos ver cómo se alimentan en el suelo gran cantidad de mirlos (Turdus merula), grupos de pinzones (Fringilla coelebs), pardillos (Carduelis cannabina), verderones (Carduelis chloris) o incluso lúganos (Carduelis spinus).

Parada 4.
       Continuamos caminando hacia el norte, al llegar a la zona cardiosaludable (con aparatos de gimnasia) tenemos que girar a la izquierda para casi inmediatamente girar a la derecha volviendo al rumbo norte. Esta es la Parada 5, estos jardines siguen delimitados por los setos, aunque ya no quedan frutales, hay plátanos de paseo, abetos o almeces. Es buena zona para encontrar picoteando por el suelo al zorzal común (Turdus philomelos) o a su "primo" el mirlo, entre las ramas de árboles y setos currucas como la capirotada (Sylvia atricapilla). Con un poco de suerte, si miramos a lo más alto de los árboles podemos localizar al picogordo (Coccothraustes cocothraustes) colorido portento de fuerza, con su potente pico es capaz de abrir los pipos de las cerezas.

Parada 5.
     Para terminar, seguimos dirección norte hasta toparnos de nuevo con la tapia cubierta de hiedra, giramos esa calle a la derecha para salir en dirección este por la puerta de la calle Vergara.